Sacó de su bolsillo una moneda antigua que encontró en el suelo,llena de barro, quizás sin nigún valor y la escondió en una cajita de cerillas vacía, pensando: ya no tendrá cerillas para encender nada al menos encenderé la ilusión de tener un tesoro solo para mi...
Y se fue al campo y enterró la cajita a los pies de un olivo muy viejo.
Y guardó esa emoción en su corazón.
ilusiones enterradas
ResponderEliminaren su corazòn
:*)
La ilusión siempre se guarda en el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
a veces no necesitamos más que esa ilusión, verdad?
ResponderEliminarbesos.
Lo vemos como un cuento para niños, pero el mundo en realidad es lo que necesita ya.
ResponderEliminarUn beso.
He leído en el blog de karin que llovía en tu alma y vengo a darte abracitos. Me encantó el regalo que me dejaste en mi blog. Gracias!
ResponderEliminarEscribes muy tierno. Besitoss
El valor es que tiene algo suyo donde solamente él sabe besines!
ResponderEliminarHay pequeños actos, casi ínfimos, casi invisibles, que pueden guardar un gran significado...tu cuento me recuerda un poco a algo que leí de Alejandro Jodorowsky...me gusta, que la ilusión pueda guardarse para descubrirla cuando nos plazca.
ResponderEliminarHay pequeños actos, casi ínfimos, casi invisibles, que pueden guardar un gran significado...tu cuento me recuerda un poco a algo que leí de Alejandro Jodorowsky...me gusta, que la ilusión pueda guardarse para descubrirla cuando nos plazca.
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